domingo, 21 de agosto de 2011

Cambios protagonicos en el reparto


Por Andrés Pascual



       Lo del boxeo profesional es un sainete sin categoría, menos serio que cualquier “acto picante” entre el negrito, el gallego y la mulata del teatro bufo tradicional cubano de “Cuando Cuba reía”.

       Resulta que, “a la hora de los mameyes”, nadie sabe realmente quién es la figura grande del boxeo, capaz de llenar estadios y de colapsar la línea de demandas del PPV.

       Los grandes boxeadores exigen oponentes también grandes para construirse el camino a la inmortalidad. Antes, ningún boxeador podía ser ni ídolo ni llenaba arenas por si mismo, necesitaba un contrario que impusiera alguna duda sobre el resultado.

        La gente no iba por Robinson, sino por Robinson contra Gavilán, contra Basilio, contra Fullmer, contra Armstrong, contra LaMotta…

        Como que todo ha cambiado para mal del boxeo, pues cualquier lugar se llena para ver a Manny Pacquiao contra un peleador al que ese mismo público no le da posibilidades ni de 1 %.

        Sin embargo, los conceptos de “primero en todo” cambian cuando a la prensa le da la gana, por ejemplo, Lem Sattefield, columnista de The Ring, argumenta sobre la posibilidad de que Amir Kahn se le adelante a Pacquiao en “el match soñado”, porque, según Richard Schaefer, la pelea de Mayweathers jr contra el filipino “pudiera ser; pudiera no…” este individuo es la personalidad gris detrás de Golden Boy Promotions, que maneja al inglés.

        Según Schaefer, el pleito peligra porque “han fallado dos veces en ponerse de acuerdo las partes; porque Pacquiao tiene una demanda contra el Niño Feísimo y porque Kahn y Mayweathers jr tienen lazos con la promotora de Oscar”, lo que le facilitaría al inglés el privilegio de “llegar primero” al dinero grande en la que sería la # 40 y tanto de las anunciadas como pelea del siglo en solo 10 años de iniciada la centuria.

        El problema es que, desde el título del comentario, usted recibe la impresión de que Floyd es “lo mejor de lo mejor”, dejando al asiático y al árabe súbdito de la Corona como dos retadores de buen lugar en el escalafón, pero que necesitan (yo lo creo), del “incorregible” para poder consolidar sus carreras.

         Entonces toda la tinta gastada, toda la saliva desperdiciada en radio y televisión y todo el consumo de electricidad por el uso de la computadora construyendo la leyenda Pacquiao se caen cuando quieren hablar claro o, por lo menos, intentan.

         Yo creo que para Pacquiao no puede existir un pleito grande de verdad, que lo coloque en niveles astrológicos, que no sea con Floyd Mayweathers jr  y van a tener que aceptar menos dinero que el que se llevaría este que, además, ha demostrado que conoce cómo presionar para llevarse la tajada mayor.

          Lo que sabe el viejo camaján de Satterfield es que Kahn puede boxear primero contra Mayweathers jr, pero no ganarle, lo que dejaría preparado el camino, con las mayores expectativas posibles, para la pelea grande entre Mayweathers jr y Pacquiao el que, posiblemente, tampoco pueda ganarle al americano ni si sube “tocado”.

          Por circunstancias que quizás tengan que ver con las exigencias de más dinero para la pelea contra Márquez, posiblemente Manny Pacquiao sobra para los planes futuros de los mismos que lo inflaron.

          Lo que quiere decir que pudiera no llegar nunca al pleito contra Floyd Mayweathers jr, después que se lo echen a los leones descubriéndole “lo positivo” y que, quién puede dudarlo, el mexicano le suministre un saco de patadas el 12 de noviembre.












No hay comentarios:

Publicar un comentario