Por Andrés Pascual
El nuevo y monumental estadio de los Yanquis de Nueva York puede tener todo el lujo que dicen; ser todo lo confortable que quieran; pero la leyenda quedó en el lugar donde estuvo construido el antiguo parque que fue escenario de más de la mitad de la historia del beisbol moderno desde su construcción en 1923.
Lo mismo sucede con el boxeo: muchísimas de las más grandes batallas del ring se desarrollaron en el lugar en el cual Ruth, Gehrig, Dimaggio o Mantle hicieron parte de la leyenda que desemboca en el apodo los Mulos de Manhattan.
Tanto para la pelota como para el pugilismo, en el lugar donde estuvo el viejo y glorioso parque de la barriada del Bronx quedaron vagando sin rumbo los fantasmas de los héroes y las memorias de sus actuaciones en la Feria del Músculo. A los fantasmas ni se les engaña ni se les traslada de morada…
En Yanqui Stadium, que sí fueron trasladadas a la nueva y soberbia instalación, existen dos placas que recuerdan las dos visitas papales al parque y las misas masivas que ofrecieron. Otra placa recuerda que la pelea Alí-Norton fue, en su momento, la que más recaudó con 2.5 millones de dólares. Y otra le dice al visitante que, en 1938, 88,000 personas presenciaron cómo Joe Louis demolía a Max Schmeling en pelea revancha de connotación política, constituyéndose en la mayor entrada boxística al parque neoyorquino.
Nigel Collins, uno de los editores de The Ring, se entretenía en analizar las peleas importantes en la historia de las grandes arenas de Estados Unidos; previo análisis, escogió 30 celebradas en Yanqui Stadium para seleccionar cinco definitivas; según el cronista, estas fueron las más grandes batallas que se escenificaron en cuadriláteros colocados sobre el montículo de pitcheo sobre el que construyó Whitey Ford su ruta a Cooperstown:
1.- La victoria por nocao de Joe Louis contra Max Schmeling el 22 de junio de 1938 en pelea revancha, considerada como “el triunfo de la democracia sobre el nazismo” y que solo demoró 124 segundos del primer round.
2.- La victoria de Carmen Basilio sobre Sugar Ray Robinson en 15 sangrientos episodios el año en que la faja mundial mediana cambió de dueño tres veces.
3.- La sensacional victoria de Tony Zale sobre Rocky Graciano el 27 de septiembre de 1946, en la que el ítalo-americano, favorito del público de la ciudad, castigó durante cinco capítulos a su oponente antes de que un gancho al hígado del Hombre de Hierro pusiera fin dramáticamente al pleito.
4.- La decisión en quince peleados rounds que se llevó Benny Leonard contra Lew Tender y, con esta, la faja mundial lightweight.
5.- La que le ganó Sandy Sadler a “La Sombra” Willie Pep el 8 de septiembre de 1950, una de tres victorias del fuerte pegador sepia en 4 encuentros memorables para la historia del boxeo.
Pudieran considerarse otras, pero, para Nigel Collins, por significaciones especiales, estas son las cinco grandes de Yanqui Estadio en su historia como anfitrión boxístico.
Hoy, porque la instalación es nueva y por la poca clase que muestran los boxeadores, es poco posible que, si continua “la moda” de boxear en Yanqui Stadium, se puedan ni igualar no a esos; sino a otros que no contaron a la hora de seleccionar las treinta iniciales; por lo menos ni a corto ni a mediano plazo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario